Feelings & Thoughts by Leymig Bonillo

En medio la noche se escucha estruendos, despierto ansiosa queriendo salir corriendo, el insomnio me embosca en cada sombra que cae, mientras el desasosiego me inmuta quedando a merced de ello, entre sabanas me escondo pero la soledad me llama, voces en mi interior irrumpe quebrantado mi ego, sobre mi techo se emboza un bache de agua, que dejo la tormenta que causo mi revuelo; mis emociones se acrecientan como un tsunami, cuando palpen firme será la perdición a la que tanto temo; me llene de tanto hermetismo que levante muros en suelos ajenos, no quise ir más allá, de lo que deseaba al momento; siempre mantuve dudas pero, me cegué a lo endeble de un sentimiento, cure a mi corazón tantas veces, que me volví inmune al dolor que llevaba por dentro; todo se fue marchitando, hasta el punto, de quedar vacío, cargando con la pena de una mal despecho. 

Una búsqueda sin respuesta, una verdad acuesta; un horizonte torcido en medio de la desidia que acorrala mi mente, un sin sabor de relaciones efímeras que socavan el deseo compasivo de un amor incomprendido, esperanzas que se esfuman con el paso del viento, pretensiones inalcanzables que se ciñe en el tiempo; el vigor de mi alma que no fallece con la marea alta, pero sucumbe ante el fetichismo de mi apego étnico a lo inverosímil, arrastrándome a un abismo que asecha por decisiones mal hechas, momentos difusos con tristezas que se asoman, un conteo recurrente que no deja de inadvertí los sumideros que me abordan...

El amor que viví, no puede ser el mismo que vivo hoy, pero te recuerdo tanto como el aroma de café que cubre mis mañanas, cierro mis ojos y puedo pincelar tu retrato, ya no estas, pero en mi mente permaneces intacto; el amor que sentí ayer, no es el mismo que añora hoy mi olfato, puedo sentirte en medio de la desidia que ronda mi cuarto o en la gotas de lluvia que caen sin dejar rastro; el amor que sentí ayer, no puede ser el mismo que siento hoy pero, anhelo despertar con el roce de tus labios, con ese aliento tórrido que me inmuta y extraño; el amor que sentí ayer, no puede ser el mismo que siento hoy, aunque escucho pájaros cantar y el sol brilla en todo su esplendor, nada se siente igual, no se puede amar como te amé ayer, pero si puedo amarte más de lo que te amo hoy; el árbol que se fue en otoño, jamás será el mismo que floreció en primavera…      

Entre el silencio de cuatro paredes, solo está el palpitar de un corazón jadeante, con ganas de surgir airoso ante una batalla campal contra eso que llaman amor... días grises por venir, luchas   internas que se intensifican por hacer lo correcto, aun cuando no dejes de sentir… apegado a las ganas de amar, todo se torna confuso en las pretensiones de alcanzarlo, no sé si es la inseguridad que te orilla a mendigarlo, tal vez si, tal vez no, pero te siento perdido que no sé dónde te hallo… la vida se ha vuelto un bumerán sin poder controlarlo, el apego emocional te flanquea y si te duermes te toma sin poder evitarlo, no basta la voluntad sino no las ganas de luchar para zafarte y conseguir lograrlo… pero la debilidad te traiciona y vuelves al inicio sin potestad ni arraigo; no eres más que un títere de tus emociones, estas desolado, que te quedas adormecido mientras te pierdes como si te estuvieras difuminando… eso que llaman amor, no puede ser esto que te va execrando... en cada in

.../Siempre llego aquí con alguna presunción, no es solo mi estado ánimo, sino las ganas de desahogar un grito introspectivo que emerge desde el interior, la vida es ese día a día que hacemos sin libreto ni inspiración, de forma tan natural en cada despertar, no vemos sus preeminencias en los detalles que no alcanzamos a mirar, solo nos enfocamos en lo perdido, en aquello que yace marchito, sin sentir nuevos jardines, ni lo pasmoso que se halla en las cosas tan simple, como un pájaro cantar, el sonido del riachuelo que baja por un sendero de rocas, sublime el eco del agua en su pasar, todo lo limitamos en lo que creemos importante… sin ver que existen otros cielos en los que también se puede volar,   la vida no es alguien, no es un nosotros, donde si te encuentras solo no podrás avanzar… no existe nada, ni nadie, que tenga el cincel para esculpir tu historia, más que las ganas que tengas de promover y por los caminos boscosos que decidas emprender/...

Es difícil ya no verte, sentir no poseerte, no me resigno  a perderte… caminamos en el mismo sentido pero solo fui yo quien llego quererte, aposte un mundo entero para retenerte y tú hiciste lo imposible por desprenderte, ya no puedo hacer nada para detenerte, sin embargo, no dejare de tenerte presente, llegue a tu vida en destiempo para enloquecerte, y no es momento de ceder mucho menos de señalarte por no comprenderte, ahora te dejo partir para que seas feliz sin sentir melancolía por no estar junto a ti mi libélula incandescente, el amor se volvió veloz, y no fui tan audaz, ni tan perspicaz como para protegerte, te seguiré amando aun después que estas líneas y nos seguiremos desterrando en los senderos inhóspitos de la indiferencia, aunque los silencio son necesarios para acicalar palabras, debo agradecerte que me devolviste  la vida, en un momento fugaz donde fuiste mi luz en medio de la oscuridad que me arropaba, pero también me enseñaste a dejarte ir sin pretenderme tu dueña

Verte de turquesa luego de la distancia que nuestro destino incito, fue tan impensado que mi habla en silencio quedo, sentí que una daga cruzaba mi pecho al verte entregada aquel amor, solo quería salir corriendo a otro lugar donde no me punzara el dolor, sin embargo, en medio de una caja quedamos atrapadas las dos, no fue necesario mediar palabra, para mí todo estaba claro, quien sobraba era yo, pálida y llorosa corrí lejos sin orientación, luego que me siento y respiro temblorosa conmovida por la situación, mis ojos no aguantaron el llanto que emergía desde mi interior, el idilio había mermado, me aferre sin tener razón, ella me había dejado, quiso ser feliz sin mucha complicación.-

Es doloroso seguir sangrando, después de aquella herida que nunca sano, el dolor sigue punzante como aquel día donde mi mundo derrumbó, no hay vuelta de viento ya todo termino, mi alma queda marchita mientras el aire desvaneció, en un mar de sentimientos se hunde todo mi fervor, cuando la melancolía se aposta sin dejarme salir a ver el sol, el cielo tiñe de gris y las lágrimas hacen su aparición, mientras un nudo en la garganta me asfixia dejándome inerte solo con dolor, mi refugio, la soledad para aliviar mi corazón, no tengo respuestas, ni a donde dirigir mi dirección, me hallo desalentada, sin rumbo, sin norte, confundida sumergida en la desolación, solo con ganas de perderme en medio de una ebullición.

El tiempo pasa como ráfagas sin pedir permiso, mientras nos enlodamos de orgullo solo para cubrir las debilidades que sentimos, en instantes tan cortos perdemos lo que un día quisimos, sin importarnos nada pasamos la página y simplemente seguimos, en un vaivén de emociones nos hundimos, esperando que cualquiera ceda si saber en que nos hemos convertido, sin ver los caminos continuamos sin sentido, el subconsciente nos arrastra en círculos paralelos como vicio, sin detenernos solo caemos y todo se vuelve viral y dañino. He caído demasiado bajo me he perdido, queriendo hacer piruetas, cuando tenía un esquince, ahora no solo es eso, me fracture por arriesgarme y quede mucho peor…lisiado, sin norte y con un corazón marchito.