Thoughts
._Le tememos a la soledad cuando nos abraza de
repente pero, en ese mísero momento nos aferramos a cualquier cosa y digo
cualquier cosa no de manera denigrante sino porque cometemos una y otra vez los
mismo errores hasta crear un círculo vicioso de relaciones vacías del cual
luego se nos dificultad salir, a pesar de haber vivido las peores traiciones, seguimos
convirtiéndonos en marionetas y caemos en las mismas manos pero con diferentes
rostros, pero a fin de cuenta la misma historia, es como si nuestro amor propio
no existiera, sino más bien que se extinguiera, y solo decimos si, si, con venda
en los ojos, a las vanidades y caprichos de nuestros abusadores, y los llamo
así porque de alguna manera ellos saben de nuestras debilidades y se aprovechan
de ellas para sus fines, y nosotros por el temor a estar solos no volvemos guiñapos
a su merced; será por creer que no existe nadie más en el mundo o que la vida
se nos va si nos quedamos un tiempo solos, he allí nuestro dilema y volvemos a
tropezar con la misma piedra que nos ha vilipendiado una, otra y sin exagerar
tres y hasta cuatro veces más, depende también del nivel de masoquista que sea la
persona, me incluyo, y sabes que, somos tan pero tan humanos, bueno pendejos
mejor dicho, que terminamos justificando los actos de las personas que nos
dañan, y luego qué?, nos vuelve a suceder lo mismo, hasta que el cuerpo aguante
dirán, pero no, es hasta que la dignidad nos vea tocar fondo y no nos quede más
que soltar lo que tanto tenemos miedo a perder, que ese es otra cosa, tenemos
miedo a perder a esas personas que por fracciones de tiempo nos dan momentos de
felicidad, pero luego, nada, asi mismo nada, entonces que vamos a perder,
si la realidad es que nunca tuvimos nada; y el punto es, que nos reponemos un
poquito y nos valoramos, dejamos que el sufrimiento entre, nos despechamos, vivimos
nuestro luto pues, y al cabo de semanas, meses, nos vuelven a buscar y nosotros
a pesar de ser duros unos instantes volvemos a caer, porque nos juran que
cambiaron, que será diferente y que no volverá a suceder, y pasan unos días,
tal vez meses y en el mejor de los casos años, y caemos en lo mismo y saben
porque? porque la realidad es que ese tipo de persona nunca cambia, mejoran sí,
pero son recurrentes, sus comportamientos los llevan adheridos a su ser, y por más
que quieran no pueden cambiar, bueno al menos que se lo proponga y realmente te
quieran; eso sí, garantes en mitología y
mártires cuando se lo proponen; el colmo es que aun a pesar de sus repetitivas
fallas, los seguimos queriendo, aunque creo que eso, no es amor… Les cuento, en
mi experiencia personal estoy convencida que el amor dura 3 meses, y llamo amor
a ese cosquilleo que sentimos cuando conocemos a alguien y queremos hablar todo
el día, literal, con esa persona, que al despertar lo primero que tomamos el teléfono
a ver si tenemos un mensaje y seguir todo el día en charlas interminables, y
cuando estamos con ellos una hora parece ser un minuto y los minutos segundos, eso
es lo que yo llamaba amor, ahora le llamo encandilamiento, sí, porque es
repentino, luego que pasan los tres meses, viene todo lo demás, los defectos
que no vimos, las costumbres que tenía, etc… y que tire la primera piedra quien
me diga que no es así!, lo cierto de todo es que somos nosotros los responsables
de nuestras acciones y es muy fácil decir, si me engaño, jugo con mis
sentimientos, pero cuando veíamos que sus atenciones ya no eran las mismas, que
a veces nos dormíamos y ya ni una caricia, que la monotonía nos acogió en su
seno, y que fue más fácil decir que todo se acabó, que ya nadie siente igual, y
se derrumba todo; esos detallitos son como las letras chicas de los contrato,
no las leemos, firmamos y listo, con aquellos aires de que lo sabemos todo, y no,
pensamos que debería ser perfecto y la felicidad ya es plena, no hay problemas,
pues no, así no es, lo que dejamos pasar por un momento de bienestar, seguirá allí,
solo que no lo vemos pero llegara el momento de que abrimos los ojos y nos
damos cuenta que no todo es color de rosa o que tenemos la felicidad comprada,
o nos creemos el cuento que nos vende de pequeños las princesa y el príncipe
azul, o cenicienta; no somos cauteloso sino que nos dejamos llevar por la emoción
de momento, pero luego, caemos y caemos duro, porque no leímos las letricas
chica, y siempre créanme siempre esas alertas que nos envía nuestro subconsciente
son correctas pero las dejamos pasar y nos creemos súper poderosos haciéndonos a
oídos sordos a los comentarios de las personas que nos aprecian sinceramente, escudillándonos
en lo típico no ella no es así, no, no lo es, es mucho peor; como diría un buen
amigo Así es!!!.
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