Desterrada

Para volver amar debo sentirme viva en vez de estar muriendo, fue un tres de marzo que te conocí y no me arrepiento, a pesar de mi inmadurez el amor fue creciendo y para cuando desperté fue tarde me encontré sola con ese sentimiento, sufro a cada instante al saber que no te tengo, sin que sepas que estoy condenada a un corazón enfermo, la tristeza me acompaña en todo momento y es la culpable de la fatiga que creció en el interior de mi cuerpo, a pesar de eso sigo aquí luchando con el dolor que siento y aunque suplique perdón nadie escuchara mi ruego; un cinco de agosto corrí a tú encuentro y cuando mis ojos te vieron mi corazón palpito de nuevo, sentí que el tiempo se detuvo en ese momento y mis labios fueron sellados por el silencio pero al oírte no tenía palabras que cambiaran tu sentimientos y quede inerte ante la mirada fija de tus ojos llenos de fuego, mis manos sudaban frío y yo sin poder tocarte, que no había ya nada que cambiará tú sentir, mis intentos fueron fallidos desde que llegue allí, el odio que emanabas era tan fuerte que la vodka me sabía a nada y solo quería esconderme y saltar de ay, de tus labios brotaron palabras que arrancaron mis esperas y bastaron pocos segundos para querer salir corriendo, fue entonces que decidir hacer un voto de silencio y por mas mal que me encuentre nunca nadie te culpara de mi padecimiento, mientras mas lo pienso mas me convenzo que mi partida es la clave para borrar tu desprecio y renacer del menoscabo de un amor desierto.