Céfiro

Pues entonces no hay horizonte, sin mi brújula no te orienta, que el rio de mis palabras no te perturben, porque no existirá un  sedante para la mentira, ni intersticios camuflajedos en tus murallas, sos es cobarde, y no le pido que galope en mis senderos, impasible son sus jaras, mutilan el magín sincero de unas líneas que hoy quedan abandonadas, por el desdén caprichoso de un silente que no encara.


A: Ljba

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